Andy Weir, conocido por el éxito de The Martian, regresa con otra novela de ciencia ficción cargada de ingenio, humor y ciencia dura: Hail Mary (traducida como Proyecto Hail Mary en español). Esta obra es, en muchos sentidos, una evolución de su estilo, mezclando el tono accesible y sarcástico que lo caracteriza con una historia más ambiciosa, emotiva y profundamente humana.
Una misión desesperada
La novela comienza con un protagonista amnésico que despierta solo en una nave espacial. Poco a poco, va recuperando la memoria y descubre que su nombre es Ryland Grace, un exprofesor de ciencias convertido en astronauta a regañadientes. Su misión, de vida o muerte, es salvar a la humanidad de una catástrofe: una especie microbiana conocida como Astrofago está drenando la energía del Sol, lo que provocará una nueva era glacial en la Tierra. Grace es parte de un último intento desesperado —el "Proyecto Hail Mary"— para encontrar una solución en otro sistema estelar.
Ciencia como pilar narrativo
Como en The Martian, Weir despliega su talento para hacer de la ciencia un elemento narrativo apasionante. Cada obstáculo en la historia es resuelto con lógica, creatividad y cálculos (que, afortunadamente, están explicados de forma amena). La física, la biología y la ingeniería son tan protagonistas como Grace. Sin embargo, Hail Mary no se queda solo en la resolución de problemas: esta vez, hay una dimensión emocional mucho más profunda.
Una inesperada amistad
Uno de los mayores aciertos del libro —y su corazón emocional— es la relación entre Ryland Grace y Rocky, un alienígena con el que entabla una alianza improbable. Lejos de ser una presencia amenazante, Rocky es curioso, metódico y encantador a su manera. La amistad que se desarrolla entre ambos es uno de los grandes placeres de la novela: está llena de humor, respeto mutuo, malentendidos lingüísticos y una empatía que traspasa especies. Esta conexión aporta humanidad al relato y lo eleva por encima del típico thriller científico.
Ritmo ágil, tono ligero
Weir mantiene un tono ligero incluso cuando la trama se vuelve densa. El humor sarcástico de Grace sirve de ancla para el lector en medio de las discusiones científicas y los dilemas morales. La estructura con saltos temporales —entre el presente en la nave y los recuerdos que van regresando— ayuda a dosificar la información y construir un suspense eficaz.
Reflexión final
Hail Mary es más que una historia sobre salvar al mundo: es una celebración de la cooperación, el ingenio humano y la capacidad de encontrar amistad en los lugares más inesperados. Aunque algunas soluciones pueden parecer excesivamente convenientes, y la ciencia a veces abruma, la novela logra equilibrar emoción, entretenimiento y profundidad.
Andy Weir firma aquí su novela más redonda hasta la fecha, y una de las mejores de ciencia ficción popular de la última década.
Puntuación: 4,5/5
Ideal para quienes disfrutan la ciencia bien explicada, los protagonistas carismáticos y las historias de redención en el vacío espacio
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