El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta componen una trilogía que, más que un conjunto de thrillers policiacos, es una inmersión profunda en la identidad, la mitología y las heridas invisibles que se arrastran desde la infancia. Dolores Redondo no solo construye una historia adictiva de crímenes y secretos, sino que levanta con paciencia un universo en el que lo rural, lo femenino y lo sobrenatural se entrelazan hasta volverse inseparables.
La historia sigue a Amaia Salazar, inspectora de la Policía Foral de Navarra, que regresa a su pueblo natal, Elizondo, en el Valle del Baztán, para investigar una serie de asesinatos de niñas. El crimen se convierte en la puerta de entrada a un pasado familiar complejo, donde los abusos, los silencios y una madre perturbadora siguen proyectando una sombra larga y sofocante. El suspense crece no solo por el asesino, sino por el proceso de reconstrucción emocional de Amaia, quien debe enfrentarse no solo a un criminal sino a sí misma.
Uno de los grandes aciertos de Redondo es su forma de fundir el género negro con las leyendas vascas y navarras. El Basajaun, los rituales antiguos, la brujería y la superstición no aparecen como decorado exótico, sino como parte esencial del modo en que los personajes perciben y habitan el mundo. Ese sustrato mitológico añade una capa de ambigüedad constante: lo que podría explicarse racionalmente se ve empañado por la posibilidad de lo sobrenatural. Esa tensión es uno de los motores más eficaces de la trilogía.
El personaje de Amaia Salazar está cuidadosamente elaborado: es fuerte, brillante, pero profundamente herida. No es una heroína idealizada; es humana, con contradicciones y traumas que se desvelan poco a poco. Sus vínculos familiares, sobre todo con sus hermanas y su madre, dotan a la historia de una carga emocional inusual para el género. La figura materna, en particular, es uno de los aspectos más perturbadores y memorables de la trilogía.
En cuanto al estilo, Redondo escribe con un ritmo eficaz, directo, sin florituras innecesarias pero con destellos poéticos que surgen sobre todo en las descripciones del valle y sus costumbres. La lluvia, el barro, los bosques, el olor a repostería... todo crea una atmósfera sensorial que envuelve al lector como una niebla espesa.
Conclusión:
La trilogía del Baztán es una lectura absorbente, cargada de misterio, emociones intensas y un trasfondo cultural fascinante. No es solo una saga policiaca: es una exploración de lo femenino, del trauma y del peso del pasado. Su éxito de ventas está justificado no solo por su trama intrigante, sino por su capacidad de conmover y perturbar a partes iguales. Una trilogía que deja huella, como las cicatrices que marcan a su protagonista.
Enlace de compra a Amazon: https://amzn.to/3GYKr9Z