Publicada en 1975, El misterio de Salem’s Lot es la segunda novela de Stephen King y uno de sus trabajos más inquietantes dentro del terror clásico. A medio camino entre el homenaje a Drácula de Bram Stoker y una crítica a la vida de los pueblos pequeños estadounidenses, la obra mezcla lo sobrenatural con una profunda mirada a la decadencia moral de la comunidad.
La historia sigue a Ben Mears, un escritor que regresa al pueblo de Jerusalem’s Lot —comúnmente conocido como Salem’s Lot— con la intención de exorcizar los demonios de su infancia escribiendo sobre la misteriosa Casa Marsten, una mansión abandonada que siempre le causó escalofríos. Sin embargo, su llegada coincide con la aparición de extraños sucesos: desapariciones, muertes inexplicables y una sensación de que algo oscuro está tomando el control del pueblo. La respuesta, como pronto descubre, es vampiros. Pero no se trata de vampiros románticos o glamurosos, sino criaturas monstruosas, voraces, implacables.
Uno de los mayores aciertos de King en esta novela es cómo construye el pueblo como un personaje en sí mismo. A lo largo de las páginas conocemos a los habitantes de Salem’s Lot, sus secretos, sus miserias cotidianas y sus vínculos rotos. Este enfoque coral da peso al horror, pues no solo tememos por Ben y sus aliados, sino por toda una comunidad que se desintegra lentamente bajo una amenaza invisible.
La tensión va en aumento con un ritmo bien dosificado, en el que el terror se filtra primero como un rumor y luego irrumpe de forma violenta. Los vampiros aquí no son símbolos de erotismo o melancolía: son plagas, como una enfermedad que se propaga y corrompe todo a su paso. King explora el miedo no solo a lo desconocido, sino también al aislamiento, la incredulidad y la pasividad de una sociedad que prefiere mirar hacia otro lado.
Aunque algunos pasajes pueden resultar algo extensos o pausados para los lectores que buscan acción inmediata, el trabajo de atmósfera y caracterización compensa con creces. Hay también una nostalgia inquietante por la infancia, una constante en la obra de King, donde los recuerdos del pasado se mezclan con lo sobrenatural.
El misterio de Salem’s Lot es, en definitiva, una novela de horror sólida, lúgubre y atrapante, que demuestra desde temprano el talento de King para tomar arquetipos del género y darles una vida nueva. No es solo una historia de vampiros, sino una reflexión sobre el mal como parte integral de lo humano y lo cotidiano.
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